El traumatismo facial puede corresponder a un amplio rango de lesiones, desde simples heridas de piel hasta una destrucción masiva de la cara con lesión habitualmente de cráneo y cerebro. La cara es una unidad muy compleja e intrincada, principalmente por el cráneo, el encéfalo y el cuello, además de los órganos y sistemas que envuelve como los ojos, la vía aérea, la vía digestiva, los oídos, el olfato, gusto, masticación y deglución, fonación y funciones cerebrales.
Para el diagnostico y evaluación de un paciente con trauma facial se dispone de la radiografía convencional y la tomografía axial computarizada.
Por lo general las fracturas necesitan cirugía para tener solución, la urgencia de la misma depende de las lesiones y las secciones dañadas.
Si se atiende a tiempo a los pacientes se pueden solucionar las emergencias, evitando secuelas estéticas y funcionales, de manera que se pueda reincorporarse completa y rápidamente.